sábado, 15 de diciembre de 2018

Menú degustación maqueado en Zuberoa


Hola holita lectoritos!

El otro día fue un día muy especial. Y la mejor manera de celebrarlo, en mi opinión por supuesto, fue comiendo en Zuberoa. Y es que en Zuberoa, todo está rico. Ya te pueden servir un mismísimo mondongo que seguro que acabas rebañando el plato.

Pedimos un menú degustación al que le añadimos algún platito e hicimos cambios para que fuera perfesto para nosotros.

Para regar todo esto escogimos un vino llamado La Montesa 2015 que acompañaba muy bien.

He de decir, que se nos fue de las manos la cantidad y salí con dolor de tripa. Pero feliz.


Empezamo'h!





De aperitivo pedimos una Keler a medias y nos sirvieron este manjar del que me podría comer un kilo. Royale de foie con gelatina de Pedro Ximenez. Se caga la perra. (Nunca había escrito esta expresión, ahora la veo obscena pero me ha salido tal cual...)



Ensalada templada de alcachofas, txitxarro ahumado y tacos de queso a las finas hierbas. Super fresquito y rico para ir calentando motores. Algo que parece tan sencillo, en la boca se convierte en fuegos artificiales.



Vieira asada, salteado de pencas de acelga y vinagreta de almendra. Tan curioso como sabroso.




Verduras de temporada trufadas, papada de cerdo glaseada. Creo que es de los que más nos gustó. La papada le daba un saborazo a las verduritas espectacular. 




Velo de hongos, carrillera de ternera guisada, aceite de tomillo. Yo no soy muy amante de la carne guisada, culpa del cole. La verdad es que rebañé el plato, pero tampoco fue mi plato favorito debido a mi traumita.



Yema de huevo escalfada, flan de foie-gras y crema de castaña. La yema, mi sabor favorito. Qué voy a decir. Deme diez!!



Aquí fue donde metimos mano y añadimos el Bogavante asado servido con raviolis de albahaca, aceite de jengibre y emulsión de su coral. Estaba brutal, muy buena elección. Aquí yo ya empecé a llenarme un poco...



Lenguado asado y borraja. Maravilloso, súper sabor.




En la carne hicimos un cambio para probar el cordero que tenían fuera de carta. ¡Mamma mía! Me estaba llenando pero DABA IGUAL.



Terminamos cambiando también los dos postres que venían (que seguro que estarían brutales también) por estos dos: Tarta de queso y Pastel de almendra caliente y helado de leche fresca. Buah, chaval. Qué postres. No soy yo muy de dulce pero no podía dejar de comer. Qué rico por favor!!





Y así acabó nuestro HOMENAJAZO. Volvería siempre que pudiera celebrar algo. Simplemente, espectacular. 200% recomendable.

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