lunes, 9 de abril de 2018

Reencontrándome con la FELICIDAD



Pensaba que no volvería a sentir lo que creo que se puede identificar como felicidad.

Me siento hasta culpable de sentirme así, pero la felicidad supera sin duda la culpabilidad.

Han sido unos años duros, sabía que lo serían, pero lo que no me imaginaba para nada era que podría volver a sentir estas ganas de comerme el mundo.

Sí que es cierto que hace falta tiempo para curar las heridas, me ha quedado clarinete. Y ahora que ya están cicatrizadas casi, me toca vivir: disfrutar aún más de una 26 en el va bene, de unas cervezas, de unas risas, de los viajes, los sueños y del tiempo del que he estado huyendo tanto tiempo.

Por fin quiero aburrirme. Mejor dicho, puedo aburrirme.

Ha sido duro y largo, pero ha merecido la pena. Tengo a gente alrededor tan maravillosa que sin duda ha sido clave, gracias.

Y la terapia ha sido otro gran apoyo que recomiendo fervientemente en casos de extrema tristeza. Que para eso están los profesionales, así que de nuevo, otro gracias para este sector al que tanto admiro.

En conclusión, trataré de seguir compartiendo las comiditas (entre otras cosas) que me vaya topando a medida que siga VIVIENDO.




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