martes, 16 de febrero de 2016

Sábado de calçots en Vía Fora


Hola a todos,

Vuelvo a la carga con otro de los vicios de esta temporada. ¡Los calçots!

Este vicio lo descubrí hace relativamente poco gracias a mi padre y cómo no, a Ander, el súper chef del Vía Fora.

Aunque el Vía Fora también merece otro post en condiciones, y estas fotos del sábado son un auténtico mondongo (disculpad), tengo que publicar la maravilla de la temporada: ¡Qué vivan las calçotadas bien rodeada!

El menú consta de lo siguiente: Pa amb tomàquet, calçots (con su baberito de papel correspondiente), butifarra a la brasa, crema catalana (de la que no tengo fotinchi, ups!) y bebida por 35,00€. Oséase, PLANAZO para un sábado tonto al mediodía :)

Aquí tenéis las fotos






Yo hice trampitas y cambié la crema por este flan bien bañado en chocolate, que como soy familia.... jijijij




Todo súper rico. 

Hasta pronto amigos.

sábado, 13 de febrero de 2016

Micropost: El pintxo de la semana: La delicia de La espiga

Hola a todos,

Aún con los pies entre la tierra y marte, he de confesar que La Espiga me genera sentimientos encontrados. Mi madre era una de las incondicionales de este lugar, del que yo me quejaba porque me acercaba a la barra y nadie me hacía ni caso (hoy en día, depende de quién esté, me sigue pasando). Y mi padre era de esos que lo odiaban.

La Espiga es "el lugar del aperitivo de la gente de bien". Como muchos amigos dicen, está en la calle "Génova", y no me sorprende, me hace gracia. Así como me río de eso, también lo disfruto. No concibo un sábado normal sin aperitivo, es mucho más que una religión en el entorno en el que he crecido y me he rodeado. Y ojo, me encanta.

Sin embargo, soy consciente de que La Espiga no es ni muchísimo menos el mejor bar de San Sebastián. Cruzcampo de cañero, ¡habráse visto! Eso sí, está perfectamente ubicado. Y lo saben. Vaya, si lo saben.

Tengo otro amigo que comenta que en La Espiga el sábado hay que pedir ostras (que por cierto están rebuenas) para demostrar el nivel adquisitivo que se maneja. Y me hace mucha, mucha pero que mucha gracia, porque creo que no le falta razón.

Dentro de todo este entorno de #postureo que reitero que nació en Donostia, entramos mis amigos y yo bajando la media de edad a tomar el tan sagrado aperitivo, y hace cosa de dos meses descubro "el pintxo":

LA DELICIA. Oh sí, la delicia. Qué bien llamado.

Qué tontería de pintxo, qué rico está, y en qué buena calle lo puedes comprar. Todo influye.

He aquí la prueba gráfica.


Bon apetit