lunes, 8 de abril de 2019

Bodegón Alejandro


Hola a todos,

Este finde tocaba celebrar que no había ningún evento ni gasto a la vista, así que nos permitimos un homenaje íntimo :)

Le tenía muchas ganas al Bodegón Alejandro, restaurante ubicado en la parte vieja donostiarra. Yo diría que es cocina tradicional y de producto, pero os dejo la carta por si discrepáis y así kuxkuseáis un poco:

Fuera de carta tenían estos manjares, para mí muy difícil de escoger. 




Esta es la carta, breve, para no liarnos la manta.


También está la opción de tomar menú degustación, pero preferimos optar por carta normal.



Carta de Bebidas. Nos hicimos nuestro propio maridaje con una botella de agua, una copita de blanco (Aliaga) y otra de tinto (Luis Cañas).




Para empezar nos sacaron este caldito de jamón con un pan súper fino y crujiente, todo un detalle.





Después pedimos media ración de croquetas cremosas de patata y trufa. No eran croquetas de bechamel, sino más bien de un puré de patata trufado. Estaban muy buenas y tal y como dice el nombre, súper cremosas.



Después pedimos los guisantes lágrima salteados con setas y huevo asados. Estuvo genial que nos los racionaran en un plato a cada uno. A mí los guisantes lágrima me gustan tanto que me los comería prácticamente solos. Me dio "pena" (por decirlo de alguna manera) el intenso sabor de las setas, pero también es cierto que los sabores y textura combinan a la perfección. 


 Ángel tomó un tercer entrante, media ración de sopa de pescados y mariscos a la donostiarra. No tuve el gusto de probarla pero no dejó ni un gramo. Según él, un pelín salada, pero esto es típico de las sopas de pescado, ¿no?


Después pasamos a los principales. Yo pedí la Presa Ibérica de dos montaneras con puré de patatas.  Estaba espectacular, vaya saborazo el de la presa. Y, con el puré de patata, mmmm!! 


 



Ángel terminó con un Guiso de arroz con codornices que estaba maravilloso. Este sí que lo probé ;-)


 Postres: Había soufflé de pistacho cocinado en cocotte y TENÍA que probarlo. El aspecto y el olor eran de morir, pero luego me llevé un poco de bluf porque el pistacho no lo encontré más que en el color, me sabía mucho a almendra, como los mazapanes navideños.


 Y esta vez Ángel acertó con la Torrija caramelizada con helado de queso, estaba perfecta.



Después nos trajeron esta cucadita con unos dulcecitos muy ricos, otro detallazo.




La cuenta: 116€ por un señor homenaje, precio más que razonable. 


Para repetir y recomendar.

¿Habéis estado? ¿Qué os parece?

See you soon!