¡Hola a todo el mundo!
Hoy traigo un clásico donostiarra de un día soleado de diciembre, en el que ya que sale Lorenzo y calienta tanto al mediodía, apetece comer algo en una terraza. ¡Y no hay terraza más grande que el muro de Sagüés!
Todos los donostiarras hemos hecho alguna vez este plan, y sino, deberíais. Comprar un campero en el Campero, una lata, e ir al muro a gozar.
Esta es la carta. Plastificada y cero bonita. El local también es bastante de llorar. Pero, ¿para qué más? Como véis, los precios son tirados:
El de la foto es el Campero de pollo, aunque a mí me gustó más el de ternera que no fotografié. Tiene más sabor. Aviso, es difícil de comer sin ensuciarse demasiado.
Por 6 euritos, este plan no tiene precio.
¡Nos vemos en el siguiente post!