Vuelvo a la carga con otra experiencia gastronómica vivida en San Sebastián el fin de semana pasado, en el restaurante La madame.
Hace relativamente poco que abrieron este restaurante, en 2011, y me parece un concepto difícil en una ciudad como San Sebastián. De hecho, no sabría calificar al tipo de gente que estaba cenando ese día. pero la verdad es que ahí sigue y con motivos, ya que como veréis, salimos más que satisfechos de la cena.
Era la segunda vez que acudía y no sé por qué razón, salí más contenta que la primera vez. Creo que acertamos de pleno.
Vamos con la carta:
Como véis, no es abundante la oferta pero sí suficiente. Es de estos lugares en los que la carta se va renovando, cosa que me encanta. Ojo al detalle de que todo el pan es de la panadería artesana "The loaf", un lugar al que le tengo muchas, pero que muchas ganas!!
Para beber probamos un par de cervezas artesanas de la zona:
La Gross, que llevaba tiempo queriendo probar y no defraudó.
La Basqueland Brewing Project AUPA: Esta no nos gustó tanto, no la volvería a pedir, tiene un punto diferente que no nos terminó de convencer.
Para empezar con el festín optamos por tomar el nigiri de foie como aperitivo. Ya lo había probado y creo que lo pediré siempre que vaya. Está exquisito, señores!
Luego optamos por los dumplings de cerdo, gamba y verdura. Estaban muy pero que muy sabrosos, aunque me hubiesen gustado un poco más si se notara más la verdura, ya que casi todo era carne. Aun así insisto que buenísimos.
Seguimos con una Burrata, jamón ibérico, lechugas salvajes y pan de ajo. Cómo definir este plato? Fácil: De re-chu-pe-te
Después compartimos el plato de vieiras a la plancha. Como véis no es muy grande que digamos, pero la verdad es que también eran bocados fantásticos.
Para terminar con el toque dulce, probé (por segunda vez) el bizcocho de nueces. Aquí entra mi memoria de pez, porque hasta que no lo ví y lo probé ni me acordaba de que lo había probado. Tiene mucho sabor a aceite, pero esta vez lo disfruté mucho más que la primera, puede que mi paladar sí que se acordara...quién sabe. Curioso postre. La crema sabía a tarta de queso.
La dolorosa: Es cierto que pedimos todo para compartir y se nota, ya que no me parece un lugar barato. En este plan de probar y no cenar como si se fuera a acabar el mundo, resulta asequible.
Algo que no me gustó fue que a partir de las 12:00 de la noche ponen el "chunda chunda" y ya no se puede charlar... Por algún lado se tenía que notar que son los mismos que los de Bataplán...
¿Qué os parece? Yo creo que tripitiré :-)
